Japón, un país magnifico y sobre todo bellísimo en cuanto a tradición, educación, cultura, siempre tuvo, y aun más en la época Imperial (varios períodos) una marcada tendencia a dejar en tercer y cuarto orden, el rol de las mujeres …
En el Imperio Japonés, los papeles de las mujeres variaron significativamente según la época y la clase social, desde las antiguas emperatrices y las mujeres aristocráticas cultas hasta el sistema patriarcal de la era Meiji y la esclavitud sexual coercitiva de las "mujeres de solaz" (entiéndase con criterio) durante la guerra.

Si bien muchas mujeres desempeñaron funciones en el frente interno, algunas, como las guerreras (onna-musha) en la época feudal o algunas civiles y enfermeras durante la Segunda Guerra Mundial, participaron activamente en el combate. Otras mujeres (muy pocas) apoyaron al imperio desempeñando funciones en la medicina, la educación y la industria.
Mujeres imperiales y aristocráticas
Japón temprano: Hubo varias emperatrices reinantes, como la emperatriz Suiko, aunque generalmente se elegían herederos varones para sucederlas.
Pero los años pasan y as culturas maduran ! (O retroceden y se pudren … como en otras partes).
Ahora Japón tiene una nueva líder, y es una baterista de ‘heavy metal’
Sanae Takaichi, fan de Iron Maiden y protegida de Shinzo Abe, fue elegida primera ministra de Japón, la primera mujer que lo consigue en la historia del país.

De joven, a finales de la década de 1970, Sanae Takaichi viajaba seis horas al día en autobús y tren desde la casa de sus padres, en el oeste de Japón, para ir a la universidad. Era una aficionada al heavy metal y a las motocicletas Kawasaki, y ansiaba mudarse. Pero su madre insistió al principio en que se quedara en casa, y le prohibió vivir en una pensión antes de casarse.
Takaichi fue elegida primera ministra de Japón, la primera mujer que lo consigue en la historia del país. Fue el apogeo de un inverosímil ascenso en la política y un hito en un país donde las mujeres llevan mucho tiempo luchando por conseguir influencia. En una ocasión habló sin rodeos sobre los retos de trabajar en política como mujer en Japón, pero ahora es la líder del Partido Liberal Democrático, tradicionalista y dominado por los hombres.

“Quiere hacer un Japón fuerte y próspero para el pueblo japonés y para el mundo”, dijo Yoshiko Sakurai, destacada periodista y activista que ha apoyado a Takaichi. “Está abierta al mundo exterior. Pero también comprende que tenemos que ser realmente buenos japoneses. Tenemos que conocer nuestra propia cultura, tradiciones, filosofía e historia”.
Takaichi enfrentará su mayor prueba hasta la fecha al lidiar con una nueva incertidumbre sobre la alianza militar y económica de Japón con Estados Unidos. Se espera que la próxima semana se reúna en Tokio con Trump, quien ha puesto nerviosos a los funcionarios japoneses con aranceles y sugerencias de que el país debería pagar más por la presencia de soldados estadounidenses en la región.
Mientras que muchos políticos japoneses proceden de círculos ricos y de élite, Takaichi creció en circunstancias humildes en la prefectura de Nara.

Desde muy joven, Takaichi parecía consciente de las presiones a las que se enfrentaban las mujeres japonesas. Su madre le dijo que fuera una “rosa carmesí”, recordaba Takaichi en una biografía de 2024 escrita por Eiji Ohshita, al pedirle que “conservara la gracia femenina mientras poseía las espinas para enfrentarse a las malas acciones”.
Sus padres la presionaron para que asistiera a la Universidad de Kobe, una escuela estatal situada a unos 80 kilómetros al noroeste de su ciudad natal, a pesar de que había sido admitida en instituciones privadas de élite en Tokio. Pensaban que su hija no necesitaba una educación universitaria porque era una niña, ha dicho Takaichi en entrevistas, y querían ahorrar para ayudar a su hermano menor.
Después de graduarse, Takaichi asistió al Instituto Matsushita de Gobierno y Gestión, un reputado centro de formación para jóvenes políticos y líderes empresariales, fue enviada a USA.
En Washington, Takaichi era una presencia enérgica que bombardeaba a asesores con preguntas sobre el funcionamiento interno del Congreso y la política exterior estadounidense,
Cuando regresó a Japón, Takaichi trabajó como autora y personalidad televisiva, y se labró una reputación de polemista pugnaz. En 1993, comenzó su carrera política, al ganar las elecciones al Parlamento como independiente por Nara con una plataforma de reforma política. Su padre invirtió los ahorros de su jubilación en su campaña.
En el Parlamento japonés, Takaichi pronto descubrió el aislamiento que supone ser mujer en política. Sus colegas masculinos eran a veces despectivos, recordaba, y a menudo llevaban a cabo sus asuntos en saunas y clubes sociales, donde no era factible reunirse con legisladoras.
“Es muy difícil para una mujer reunirse con un hombre cara a cara”, declaró a The Associated Press en 1993. “La gente nos observa, y no quiero que se invente un escándalo extraño. No podemos utilizar las horas posteriores a las 5:00 p. m.”
Durante sus primeros años en el Parlamento, forjó una alianza duradera con Shinzo Abe, legislador de una familia de élite con una visión nacionalista del mundo. Ambos encontraron puntos en común en cuestiones como el aumento del gasto militar y la adición de un tono más patriótico a los libros de texto de historia.
Cuando Abe fue elegido para su primer mandato como primer ministro en 2006, nombró a Takaichi miembro de su gabinete, lo que la convirtió en una de las mujeres más visibles de la política japonesa. Volvió a nombrarla en 2012.
Asesinato de Shinzo Abe
Cuando Abe fue asesinado a la salida de una estación de tren en Nara, mientras pronunciaba un discurso electoral, Takaichi se sintió desolada. Dijo entonces que “nunca me había sentido tan abatida, física y mentalmente”.
A medida que su perfil ha aumentado, la vida privada de Takaichi ha sido objeto de escrutinio. Se casó con Taku Yamamoto, otro político del PLD, en 2004. Se divorciaron en 2017 —Takaichi ha dicho que la pareja mantenía acaloradas discusiones políticas en casa— antes de volver a casarse en 2021. Esa vez, Yamamoto adoptó el apellido de Takaichi, un gesto poco habitual en la cultura patriarcal de Japón.
En la ciudad de Kashihara, de unos 125.000 habitantes, donde Takaichi nació, sus amigos y partidarios han celebrado su ascenso, rezando por su éxito en los templos locales y enviando orquídeas blancas a su oficina de distrito.
“No creo que sea una ‘dama de hierro’”, dijo, en referencia a un apodo dado por los medios de comunicación británicos a Thatcher. “Su estilo es el de una mujer de Kansai”.
Tras su victoria este mes en las elecciones a la dirección del PLD, Arai envió un mensaje de texto a su antigua clienta para recordarle que debía cuidarse.
Takaichi respondió dos días después. “La batalla comienza ahora”, escribió.
Allá por el Siglo XVI, Michel de Nostradamus, predijo que los seres humanos tendríamos incluido un chip en nuestro cuerpo, para diferentes usos … más adelante Isaac Asimov, diseñó en “I Robot” la idea de los personajes que tendrían (el bendito chip) para identificación; DUI, pasaporte, NIT, número del carnet de Firpo … todo !

La verdad, nunca fui muy adicto a la televisión, o sea, cada dos por tres un partido de futbol si me llamaba la atención, pero nada de clavarme a Netflix, o verme una telemaratón de 74 episodios seguidos de “Friends” o alguna huevada de esas …
Que celebramos los 95 años en nuestro peor momento? naaaaa ... Ni tienen idea de lo que son los malos momentos Firpenses !!