Pensamos siempre que las más absurdas creencias las tienen los norteamericanos, les damos el mote de ser “más incrédulos”, entre ellas que los platillos voladores existen y que hay marcianos infiltrados en la Tierra, que Irak si preparaba armas nucleares, en Santa Claus, Ronald Mac Donald y Hilary Clinton.
Sin embargo en casa cómo andamos ?
Los salvadoreños creemos ...
Que somos los mejores trabajadores, incansables del mundo. (Mito que murió con las remesas familiares).
Que en la “primera vez” no hay riesgo de embarazo
Que la noche del 31 de diciembre: que la ropa interior amarilla trae suerte; que dar vueltas a la manzana con una maleta propicia los viajes; que si se deja de comer una de las doce uvas habrá un mes malo en el año que empieza (y dos si son dos, etcétera).
Que durante la Semana Santa: no se deben tener relaciones sexuales el jueves santo, porque la pareja podía quedar pegada y que no hay que bañarse el viernes santo, porque sale cola de pez.
Que la estatua que está en plaza Barrios si es del General Gerardo Barrios y no del Almirante Ney, comprada en una barata de París por la comisión encargada para tal propósito que se chupó la plata del escultor original.
Que es importante estrenar vestido en Navidad, porque trae buena suerte.
Que todo lo que nos viene de México es bueno, y hemos recibido cada paquetazo !
Que el hipo a los niños se les cura poniéndoles un hilo rojo en la frente.
Que todos los mariscos son afrodisiacos. Algunos individuos están dispuestos a tomar extrañas combinaciones para mejorar, supuestamente, su desempeño sexual. Otros optan por fórmulas sencillas, como mezclar aspirina con Coca-Cola o echar Neuro Campolón a la sopa de patas.
Que nuestro voto, cada vez que hay elecciones, sirve para algo …
Que la guerra de 1969 con Honduras si fue por el fútbol.
Que los tacaños son los ahuachapanecos. (Como que la avaricia no fuera global).
Que al bebé recién nacido tenemos que ponerle al cuello una cadena de oro para que no le dé mal de ojo.
Que el jengibre o la miel con limón curan cualquier gripe.
Que xxxx salvadoreña nunca orina sola.
Que sin tetas no hay paraíso.
Que si presentamos a nuestro recién nacido a un amigo tiene que chinearlo inmediatamente, si no le da “pujo”.
Que quien logra “chaca chaca” con la Siguanaba, ya no se le escapa ninguna mujer.
Que las hormonas que inyectan a los pollos hacen que los niños varones, se vuelvan … menos varones.
Que el “hazard” o luces intermitentes del carro, nos dan permiso para cualquier cosa, como por ejemplo pparar en la mitad de a calle y bajarse a comprar jocotes en la acera del lado contrario.
Que las cosas llegan por obra y gracia de Dios, razón por la cual hay que dejar todo en sus manos. (Aunque seas de los que hacen el mal sin mirar a cual).
Que el trago combate la goma del día siguiente: muchos creen que el mejor remedio para calmar la resaca de la mañana siguiente a la borrachera es agregarle más licor.
Que lo que leemos, oímos y vemos en la prensa, radio y televisión es la pura verdad.
Que el himno nacional de El Salvador fue clasificado como el segundo más bello del mundo (después del francés, que es el primero; como decía Dalton “donde fue ese concurso ?!”).
Que somos un país intrépido, aunque es un hecho que no volvemos a clasificar a un Mundial de Fútbol al menos en los próximos 50 años.
Que somos muy, pero muy vivos.
Que somos muy, pero muy felices.
Sonia siempre llevaba en su carro a sus tres amigas, compañeras del equipo de Volleyball y las dejaba a cada una en su casa. Esto ocurría desde hacía dos años. Una rutina perfecta que les servía a las cuatro para conversar un rato más después del entrenamiento.
La historia de Ariadna, Teseo y el Minotauro tiene su origen en la mitología griega. Ha recorrido la trayectoria de la historia cultural, de modo que lo han empleado, recreado y comentado sucesivos autores de nuestra tradición. Hay que advertir que existen diversas versiones del mito.
Los dos fantasmas, se encontraron en la esquina del castillo abandonado, de repente y sin previo aviso, ambos estaban convencidos de que habitaban solos y eran los únicos fantasmas de ese castillo medieval en ruinas, por lo cual, cada uno asustó al otro…