Los aplausos sirven, por lo general, para destacar o festejar alguna destreza, éxito, chiste, cumpleaños o cualquier tonterìa que alegre a la gente. A veces también se aplaude por mero protocolo, sin mucho componente emocional.
“Te paras al borde del abismo y ves al pueblo vecino, enfrente, en el cerro que se empina entre tus ojos, subiendo entre nubes bajas y neblinas altas: adivinas los ires y venires de su gente, sus oficios, sus destinos. Sabes que en la línea recta está muy cerca. “ - le dijo Don Almàcigo.
No suelo escribir nada acerca de mí, ni en este blog, ni en mis canciones, ni en cualquier columna, portal, periódico o libro que se honre en publicarme …. No lo hago, tiendo a ser sumamente aburrido y mi mejor arma es la imaginación y creatividad ….
Muchos marxistas, si lo hubieran conocido, o al menos leído, alguna vez, mientras repiten panfletos de memoria, alguna obra de Marx (muchos en nuestro país se declaran marxistas sin haber leído “El Capital” ni "El Manifiesto ..." en su vida) jamás se hubieran declarado marxistas.
Cuando soviéticos y estadounidenses se dieron la mano en lo que quedaba de Berlín, en 1945, con Hitler muerto en su bunker y tal cual reza el dicho, “muerto el chucho, muerta la rabia”, era muy pero muy poco, lo que estos “aliados” podían hacer en un futuro con mentalidades políticas tan dispares.
Creo que el “ya estuvo” es eminente
ya lo he meditado bastante
algo oscuro está latente
y no deja camino por delante …