Yo estudiaba arte dramático en Nueva York, y la verdad ... me moría de hambre.
Mis viejos me mandaban dinero, pero yo estaba consciente de que no iba para ningún lado y sólo estaba deshojando a mis padres, sin embargo quería y requetequería ser actor ...
Mi inglés era bueno, había trabajado de traductor en mi tierra natal y el acento, si bien perceptible, era obvio para la búsqueda de un papel que diera con mi tipo latino, moreno claro, grande, bien formado ...
Mis profesores me animaban, decían que tenía talento, que siguiera practicando plástica y mímica, fonética e interpretación, pero lo cierto es que comía salteado y eso sólo en días feriados ..
Yo hacia lo posible porque nadie se diera cuenta, pero los zapatos raídos, los ruedos de los pantalones ya gastados no me dejaban mentir, estaba en llaga viva ... todo lo que quería era volver a casa ...
Pero tampoco tenía para el pasaje de vuelta y volver a apelar a mis padres era un escándalo inimaginable.
Toribio - ese era el nombre verdadero, aunque artísticamente se hacía llamar Jeremy - un venezolano, que andaba en las mismas, un día por compasión, me invito un café y un croissant, llovía y NY estaba heladísimo, yo quería volver tarde a mi cuartito alquilado porque mi casero me esperaba despierto para cobrarme la renta.
- Te voy a decir algo y mándame al carajo si queres, pero lo mismo te lo voy a decir - me amenazó Toribio - esta es la dirección de un estudio independiente, chiquito, acá nomás, cerca del Bronx, hacen películas ... porno.
- Porno ?
- Exactamente ... Pagan bien, y rápido, nada de "vuelva mañana por su cheque" pagan enseguida, rápido, eso sí, haces un par de escenas y te desapareces, no te quedes en el elenco estable ni nada, porque es clandestino y te fichan ... y si te fichan, sabes que nunca vas a conseguir un trabajo "grande".
- Es medio asqueroso - dije yo.
- Muchos empezaron así ... Monroe, Stallone, Streisand, Costner .. porqué vos no ? Ya te lo dije, yo sé que estas jodido ... es tu decisión.
- Tú ... ya fuiste ?
- Dos veces, dos películas, dos días de trabajo. Seiscientos dólares - Me dijo Toribio.
- Y la gente ?
- Si te he visto no me acuerdo, Nueva York es una ciudad grande.
Di con la dirección al día siguiente, toqué y no abrió nadie. A la media hora, entró un fulano grandote que me miró con cara de sospecha y preguntó que deseaba.
Le conté la historia sin muchas vueltas y sonrió, me invitó a pasar. Me estrechó la mano, dijo llamarse Jeff.
Con la bienvenida se me quitó un poco el miedo, el estudio era una enorme cantidad de foros, escenarios pegados uno con otro, en todos había camas o sillones y un par de cámaras digitales, nada de cinematografía ni latas de rollos de acetato.
- Filmamos de noche - me dijo Jeff - pero la Sra. Baker llega en media hora.
Eterna media hora, entre otras cosas, porque yo no sabía quien era la Sra. Baker, Jeff me invitó a tomar café, lo que provocó que el croissant en cuestión - mi único bocado - nadara en un mar de cafeína.
Jeff me preguntó de donde era, le dije que de El Salvador, me dijo "Ah .. de donde es Rubén Blades !" quise aclararle que no, que eso es Panamá, pero no me pareció que me fuera a entender, total, al fin y al cabo, ser 'semi -coterráneo" de Blades, tal vez era mi único "palancazo" posible.
La Sra. Baker era una señora de anteojos, pero muy pulcramente vestida "tengo que hacerle el amor a ella ? - me pregunté." "Es la administradora - me dijo Jeff."
- Así que quiere trabajar - me analizaba la Baker - tiene buen físico, estudia Arte dramático? Eso siempre sirve,
- No entiendo, creí que todo era plenamente... físico.
- No, no se equivoque, todo es actuación - me aclaro Baker - vendemos realidades en latas de irrealidad, como el cine, la TV, sólo que nuestra industria es mas grande y poderosa ...
- Pero no es legal ... - pregunté con miedo.
- Si y no, tal vez ... Aquí han pasado muchos jóvenes como usted y pocos dan resultado. El problema es ese, se preocupan mucho por lo físico y nunca, jamás por la actuación... luego fracasan.
- Fracasan ?
- No logran erecciones o nos retrasan tres horas hasta lograrla, entenderá que hacer el amor bajo lámparas que refractan cuarenta y cinco grados de temperatura, con una desconocida que suda a mares, frente a siete u ocho técnicos no puede basarse en el instinto ... - me aclaró la Sra. Baker.
- O sea ... que es actuación - me tranquilice y sonreí.
Y la verdad, me sentí hasta cómodo, a las dos horas hice mi 'footage" de prueba con una gordita cansada y aburrida que mascaba chicle y creo que me salió muy bien, yo ocupé mis talentos dramáticos e hice muecas, controlé mi respiración, tuve una erección inmediata (hacia siglos que no tenía ninguna experiencia sexual) y creo que les fascinó mi "corrida".
- He is very good, even in the "cum scene" - murmuró Baker.
A la hora, bañado y con ropa nueva, la Baker me ofreció cuatrocientos dólares por una sola escena en una película de Leonel Stanford (a saber quién era) a filmarse a los dos días. Yo no podía sobrevivir dos días más sin comer, pero la Baker me leyó la mente, me extendió el cheque por la mitad, me hizo filmar cien mil papeles y con doscientos dólares salí fascinado del estudio.
Di cien de adelanto a mi casero, comí, compre una camisa limpia, y a los dos días estaba puntual en el estudio otra vez.
Me presentaron al tal Leonel Stanford, un redneck típico, grande, fuerte,
Parco, que me explicó la escena, yo era un limpiavidrios, que estaba en un andamio fuera de la ventana, la protagonista estaba en la cama, jugando con su vibrador, yo la miraba, hacía caras ...
- Vi tu prueba y eres bueno con las caras - me dijo Stanford.
Luego entraba a la habitación por la ventana, ella me tomaba en sus brazos, sexo oral ella primero, yo después, chaca chaca y doscientos dólares más ... actuación.
Ni una explicación más.
Le pregunté a Jeff, que sólo me dijo...
- Congratulations, you hit the big time, be careful with the lady.
Yo entendí que no fuera a ser violento ni a hacerle daño, como no soy de ese tipo de amante, no me preocupé.
Comenzó la filmación y yo estaba listo en mi andamio, me subieron un metro y quede a la altura de la ventana ... Dios ! la protagonista era una Diosa ! Me iban a pagar cuatrocientos dólares por hacerle el amor ??
Yo la miraba y hacia caras, mis caras de deseo, de ansiedad, Stanford decía "Good. Good, very good. Damn it !" Estaba contento.
Cuando le dieron la indicación, ella me miró y tenía unos ojos divinos que era lo único que no era artificial en ella, pero tenía una mirada que me inspiraba ternura, además de deseo, ternura ... se acercó, abrió la ventana, me desnudó, la desnudé, perfecto, su escena oral, yo sudaba y me contenía, hacía caras, la erección fue grande e instantánea ...
- Perfecto ! - gritaba Stanford - cambio !
Ahí empezó el problema, yo miré sus ojos, ella me sonrió, pude interpretar que yo le resultaba agradable, deslicé mis labios por su cuerpo sudoroso hasta llegar "ahí", y me detuve, me concentré, creo que deje de actuar ... me convertí en mi mismo haciendo el amor con una mujer increíble.
Ella comenzó a gemir por lo que Stanford gritó ...
- Penetration !!
Y así fue, ella me miraba y yo la miraba a ella, cuidándome de lo que me había dicho Jeff, fui muy dulce y gentil ella me lo agradecía con sus ojos, pero también trataba de decirme algo ... yo no entendía ..
En un momento el desenlace fue abrupto, ambos tuvimos un orgasmo simultaneo mi "cum scene" fue genial y me sentí orgulloso de haber logrado que la protagonista hubiera sentido algo, tal vez ...
Se apagaron las luces, y cuando yo esperaba una felicitación, Stanford se acerco a mí, la protagonista salió envuelta en llanto, y el tal Leonel me encajó un derechazo que me mandó al suelo
...
- Me partió la nariz ! Mi nariz -gritaba yo .
Jeff vino en mi ayuda y me sacó de la escena, yo no entendía nada, Jeff me metió a su cuartito de mantenimiento y me dijo ...
- Te dije que tuvieras cuidado ... es la esposa !!!
- La diosa esa es la esposa ?
.- Es la esposa, y la hiciste terminar de verdad ! Delante de todos !
Ya en la oficina de la Baker, ésta me informó que el Sr. Stanford lamentaba lo ocurrido y - típico gringo - me ofrecía tres mil dólares por no demandarlo si firmaba un finiquito. Lo firmé de inmediato, y me fui...
- Te lo dije, es actuación... - se despidió la Baker.
Pagué mis deudas y junté mis cosas, me fui al aeropuerto y esperé trece horas hasta que saliera un vuelo a mi patria.
Hasta la fecha, no sé de nadie que haya visto mis gloriosos veintidós minutos en la historia del cine.
Nos sucede, cada de vez en siempre, que nuestra esposa (pareja, novia, con qué) nos sale con aquella frase fatídica que tanto tememos escuchar …
