Somos los reyes del últimahorismo
patrones de la improvisación
Jerarcas absolutos de “a lo que salga”
“ahí déjalo”, “se soluciona solo”, “lo arreglamos con tirro”
no solo en actividades cotidianas
sino en las más altas esferas gubernamentales
es más, sobre todo ahí …
es donde se da la más nefasta y holgazana improvisación.
Las leyes de la República se sancionan en un solo sentón
en madrugones
O en la última sesión de la gloriosa
“Asambeba Legislativa”
con los padres de la patria (prefiero ser huérfano)
hasta atrás
fondeados en sus curules
babeando sobre los borradores de la Sagrada Ley
los estertores de los whiskys cinta negra y vodkas Oval (más caro e importado)
que nosotros pagamos con nuestros impuestos
y ellos se autoregalan en bonos …
Mientras los cuatro que quedan despiertos
terminan arreglando el tamal a las cuatro de la madrugada.
La eficiencia es hija de la planificación
la mediocridad es hija de la improvisación
los fracasos siempre son huérfanos …
La transparencia nunca ha sido tan oscura
ni tan nula.
Eso si los viajecitos ya se los están repartiendo
como si fueran churritos Diana de una bolsa.
Esta es la tierra de “la culpa siempre la tiene el otro”
nadie es responsable de nada.
Ojos que no ven patean caca
y estamos en los umbrales de quedar hundidos hasta el cuello
en la mismísima mierd ...
La tremolina armada por el “sonado” caso del obsequio de la cafetera a la Delegación de la PNC de Soyapango, por parte de nuestro Presidente (10 000 policías mal apertrechados más 5000 soldados contra un ejército organizado de 70 000 pandilleros, deja bien claro que el asunto no se soluciona con una cafetera)
Alejandro VI tenía un amplio apoyo público y era capaz, diplomático y hábil, además de rico, hedonista y preocupado por las exhibiciones ostentosas. Si bien Alejandro al principio trató de mantener su papel separado de la familia, sus hijos (recordemos Pedro Luis de Borja, César Borgia, Juan de Borja y Cattanei, Lucrecia Borgia, Jofré Borgia, Girolama Borgia, Isabella Borgia, Juan Borgia, Laura Orsini y Rodrigo Borgia) pronto se beneficiaron de su elección y recibieron de su Padre una enorme riqueza.
Mire Mr. Dow Jones, o mejor dicho … léame, explíqueme, porque según entiendo, usted es un ser humano que rige el bolsillo de todos nosotros … pero resulta que no, que ni siquiera es un ser humano … sino un consorcio de compañías que nos manejan los bolsillos, estamos todos hechos chibola !