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-Yo propongo, en nombre de todos los hombres del mundo,  a los cuales no represento pero me arrogo el derecho de hablar por los que callan … que nos sea permitida, sin el acoso ni la inquisición punitiva de nuestras novias y esposas, el derecho de mirar…

observar, sin falsos pudores, las demás mujeres, las ajenas, las que no  nos pertenecen, lo cual hace de esto una infatigable labor !

Imperturbables, varias esposas y novias de amigos, incluyendo la mía, me miraban, sin decir una palabra, sin cambiar un tan solo gesto de sus rostros, pero clavando su mirada en mí, sin pestañear casi …

Envalentonado, en una reunión de matrimonios amigos, seguí …

-Porque considero que es aun mayor el acto de irrespeto y atropello, el escudriñar el paso de féminas atractivas con el rabillo del ojo, y al ser sorprendidos y antes la drástica pregunta “que estabas mirando” tener que apelar al burdo recurso de la mentira “es que me pareció ver a Gutiérrez el de la oficina” … imaginen ! Ustedes mismas nos empujan al pecado de la mentira, por tapar algo tan natural como admirar, solo con la vista, las mujeres que atraen nuestra vista … llegar a mentirles, faltarles la verdad a nuestras esposas, mujeres que amamos por el simple gesto travieso de observar, de lejos a otra !

Varios de los demás esposos se acercaron a mi sofá, arrimaron sillas  y alguno hasta hizo un amago de aplauso con lo de “Gutiérrez” , las mujeres, cara de piedra, no soltaron ni una sílaba.

-Porque la tentación está ahí compañeros, en la calle, en los centros comerciales, debemos reprimir nuestros instintos ? Inhibir nuestra libido que más tarde será requerida en gloriosas jornadas de reproducción nacional ? En qué quedamos, casados o castrados ? Para que criaron nuestros padres hijos varones si se nos reprime de esta manera …(hice una pausa, porque ya había agarrado el “pajeadito” tipo diputado) … el simple derecho de mirar ?

Ya hubo “bravos !”,”Deles con todo Chele”, “Queremos mirar !” de parte de mi sector masculino, ya parapetado a mis espaldas, y derramando cerveza en cada aplauso … las mujeres, como que fueran los monolitos de la Isla de Pascua …

-Para que nos dio Dios, en su sabia y enorme creación un par de ojos sino para observar las maravillas que dispuso sobre la tierra? Y no es una de las más maravillosas aproximaciones a la perfección misma la muer con todos sus encantos ? Debemos mirar ? O debemos cegarnos, privarnos del sentido de la vista … languidecer y perder nuestros ojos ante la espada incandescente del tirano como Miguel Strogoff ? (esto último con gran dramatismo).

Empezaron coros de apoyo de mi sector, cánticos, gritos ebrios de “Viva Miguel Strogonoff” de parte de algunos, ya borrachos, que en su vida habían leído a Julio Verne.

Entonces, una de la mujeres, tomó la palabra y escuetamente dijo:

-Muy bien, les concedemos el derecho de la mirada, dejando constancia que eso, de entrada, nos habilita a todas las mujeres a mirar sin disimulo, a todos los hombres que querramos … 

Se hizo un silencio vacío, inocuo, incómodo … eterno.

-Creo – dije- que mandaremos todo este proyecto a estudio de la comisión respectiva.

La reunión se acabó súbitamente, en ese mismo momento ….

 

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