Temblando una vez más contigo
cobijándome con tu piel,
Tan áspera y profunda
En su humedad repentina
que me toca, me inunda,
tan pura y clara como el cáliz
que purifica todo dentro de mí…
Arrebatado tú conmigo,
como arreboles de vacío y placer
desnudo alazán al viento,
dueño y señor de tus sentimientos,
Dulce néctar
que se niega y se aleja,
pesadumbradamente cada día más…
de mis plenilunios y desvelos…
Éstos mis deseos oscuros,
locos y turbios deseos de ti
acoplándose al espacio, a ese infinito
que se acorta solo para tenerte,
solo para perderte en mí
como si en un instante mágico de cada día
solo con amarte, con tenerte y entregarme …
Nos bebimos el cáliz, el néctar, el amor…
Resulta que dicen, que dijo que “el diablo más sabe por viejo, que por diablo”, puede ser … pero orillando mi sexto piso, y con un cúmulo de formación académica y profesional encima, hay cosas que sé no por diablo, no por viejo, sino por haberlas estudiado y puesto en práctica.
No te molestes diciendo “lo siento …”
simplemente, pasa adelante
y vuelve a convertir
mi salud mental en un desastre.
Este doloroso episodio, lleno de simbolismos, que conocemos como circuncisión, tiene una serie de orígenes diversos y extraños … es más a estas alturas, pleno Siglo XXI, cortar la piel del prepucio del hombre tiene una enorme cantidad de significados diversos … pero siempre dolorosos …