Lanzo una botella al mar
recurso de náufrago
para que llegue donde estás
se acerque a tu orilla
esa que moja tus pies
mientras sueñas
te empeñas
te adueñas
de las múltiples nostalgias …
Para que puedas encontrar
al despertar,
de la vida todo el remedio
todas las curas
las soluciones
paliativos y ungüentos
para todo aquello que te hace llorar ...
Melancolía y caracoles
nocturnos vientos rompecielos
quiero secarte una lágrima
quiero susurrarte un te quiero.
Más si no tengo tus labios
cercanos a mi tiempo
coordenadas y sueños
desesperanza en mi planisferio
teléfono que nunca suena
guitarra compañera vieja ...
Y aún así, como te quiero pequeña…
Lanzo una botella al mar
recurso de náufrago
para que al despertar … vida
puedas encontrar
moluscos, enhorabuenas y mis razones
para susurrar
no importa …
seguimos existiendo
aun te amo…
te sigo queriendo …
No sé si es pila mía, o si le pasa a algunos más, pero el entusiasmo del viaje, de salir de la Patria, de ir a conocer el mundo, me alegra un rato … y después me llega el bajón …
Todos los países latinoamericanos, algunos más otros menos, permitieron el ingreso y tráfico de esclavos desde siempre, a nuestra Centroamérica, habrían venido con la expedición de Jorge de Alvarado en 1526, según se muestra en el Lienzo de Quauquechollan, africanos, esclavos, encabezaban la expedición a la porción salvadoreña de Centroamérica para que fueran los primeros mordidos por serpientes y culebras y advertir de su presencia.
Tengo una patética e insoportable ansiedad.