Coincidir contigo , ha sido la broma más bonita que la vida me puso , para enseñarme tanto y en silencio.
Coincidir en lo que somos es una maravillosa aventura de esas que se llevan entre pausas y que no terminan.
Coincidir en este mundo, contigo es llenarme la piel de deseos y tatuajes invisbles pero imborrables , es llevarte conmigo en las idas y vueltas en las que vivo.
Coincidir en tus besos ha sido la lección más plena ,de entrega que he aprendido con práctica y recuerdo, a golpe de silencio , diseñando besos , por si un día coincidimos tú en tu mundo y yo en el mío, tu siendo sol y yo casi lluvia .
Coincidir en tus brazos con mis ansias de un abrazo a la medida es lo más insuperable que existe, aterrizar entre tus ganas y las mías, es la forma más hermosa para vibrar en este mundo .
Porque coincidiendo contigo, así entre que me voy y tu te vas, que yo vengo y tu regresas, y viceversa.
Mis deseos dormidos, se despiertan con el simple roce de una línea en el intervalo del silencio programado y prolongado.
Coincidir contigo es desnudarnos algo más que la piel, cuando los besos van dictando el relato de una nueva entrega , de esas guardadas en el baúl de la espera.
Coincidir contigo a sido la forma más perfecta para decirte entre besos y caricias , lo que viene más allá del pensamiento, porque lo va dictando más que un deseo de la piel.
Coincidir contigo es regalarte la versión ,de quien no soy para nadie más que para ti.
Coincidir contigo es la locura más divina con la que mis deseos de mujer se refugian en ti.
Coincidir contigo en tus silencios y los míos, es el cuento sin fin, que no quiero terminar de escribir.
Coincidir contigo ,es volver a escribir un te quiero dentro mi una vez más, con la humedad que provoca el solo sonido de tu voz, en un susurro melodioso que rompe el silencio.
Así quiero coincidir contigo una vez más.
Linda Napolitano era una típica ama de casa que vivía en Manhattan con su esposo y sus dos hijos. Pero todo cambió el 30 de noviembre de 1989, cuando afirma que tres criaturas bípedas grises la secuestraron en su apartamento del piso 12.
Olvidarte mujer, es más difícil que meter un dragón en un frasquito…
Olvidarte es más difícil que cantarle una canción de cuna a un elefante bebé … a puros gritos…
Miren esa cara, esa ferocidad, esa cara de asesino .. si es él, Pep el perro que asesinó al gato de la esposa del Gobernador Gifford Pinchot, el único caso conocido de un perro que fue enviado a prisión !