
Y fue, una vez más, sencillamente hermoso, como nunca, como siempre, el máximo escenario del país, nuestro bellísimo Teatro Nacional a reventar en dos conciertos …
… las canciones de siempre coreadas por ángeles, ninguna vos es tan afinada y atinada como la voz de quinientas cincuenta gargantas juntas …
Gerardo y yo, diciendo … “gracias” nos quedamos cortos !

Y yo me moría de pura poesía
una madrugada del siglo XX …
Bienvenidos a mi circo, bienvenidos …
por favor tomen asiento
siempre hay muchos vacíos
Están a punto de presenciar
el acto principal
el éxito de mi fracaso y mi soledad …
Bienvenidos a mi circo, bienvenidos …
se siente bien verles aquí
casi nunca viene nadie
y me toca interpretar en completa soledad
mi rutina diaria, mi historia personal …
Acerquenme sus manos
tal vez así logremos sentirnos
Humanos …
Porque en cada verso aquí escrito
cuerpos desnudos, bar y tanta guerra
esquina y mi corazón mutante
sonrisa apretada entre diente y labio
y descubrí que el futuro
le pertenece a mis pies y manos
y no hay intermediarios
entre Dios y mi corazón
Mientras la Patria ...se desangraba y moría
… yo me moría de pura poesía
Una madrugada del siglo XX …
Los aplausos sirven, por lo general, para destacar o festejar alguna destreza, éxito, chiste, cumpleaños o cualquier tonterìa que alegre a la gente. A veces también se aplaude por mero protocolo, sin mucho componente emocional.
Bien sabido es, aunque la memoria se desvanece por aquellas décadas, que la película que topó salas de cine (que en aquellas épocas eran escasas e inmensas) en1939, fue “Lo que el viento se llevó”.
De esta película épica/romántica se conocen dos hechos fundamentales: