Tal parece que hasta inicios del siglo XX, las moscas no causaban mayor problema a la humanidad, ya que hay pocos registros de que haya existido algún tipo de implemento específico para matar a las moscas, asquerosas asesinas de la paz de las tardes de siesta …pero que existían, existían.
Cierto es que las moscas, existen desde siempre, pero en la transición de la barbarie a la civilización, comúnmente llamada Edad Media, comenzaron a aparecer más seguido y multiplicarse, al crecer las ciudades y conglomerados urbanos.
Todo lo orgánico llamaba a las moscas a reunirse, alimentarse y de paso, reproducirse … cuando en la Revolución Industrial, los desechos de las ciudades y las primeras industrias, curtiembres, mataderos de reses crecieron en los perímetros urbanos las moscas se trasladaron allí.
Se combatieron con humo, fuego, o esparciendo creolina, o algunos desinfectantes en el suelo … pero las moscas vuelan a media altura …
Aparece el mentado matamoscas
El primer dispositivo moderno de destrucción de moscas fue inventado en 1900 por Robert R. Montgomery, un empresario con sede en Decatur, Illinois.
Montgomery recibió la patente n. ° 640,790 para Fly-Killer, un "dispositivo barato de elasticidad y durabilidad inusuales" fabricado con malla de alambre, "preferiblemente oblonga", unida a un mango.
El material del mango permaneció sin especificar, pero la red fue crucial: redujo la resistencia del viento, dando al matamoscas un "swing como un látigo". En 1901, el invento de Montgomery se publicitó en Ladies 'Home Journal como una herramienta que "mata sin aplastar" y "no ensucia nada", a diferencia de, digamos, lo que haría un periódico enrollado.
Montgomery vendió los derechos de patente en 1903 a un industrial llamado John L. Bennett, quien más tarde inventó la lata de cerveza.
Bennett mejoró el diseño, cosiendo alrededor del borde de la red para evitar que se deshilache, pero dejó el nombre.
Los diversos implementos para matar moscas en el mercado en ese momento recibieron el nombre de "matamoscas" de Samuel Crumbine, secretario de la Junta de Salud de Kansas.
En 1905, tituló uno de sus boletines de moscas, que advertía sobre enfermedades transmitidas por moscas, "Swat the Fly" (aplasta la mosca) , después de un canto que escuchó en un juego de beisbol.
Crumbine tomó un invento conocido como “Fly Bat”, una pantalla unida a una vara de medir, y lo renombró como “Fly Swatter” (aplasta moscas o Mata moscas), que se convirtió en el término genérico que usamos hoy.
La tecnología para matar moscas ha avanzado para incluir fly zappers (raquetas de tenis electrificadas que matan moscas al contacto) y fly guns (discos giratorios que trituran insectos).
Pero siempre habrán soluciones menos tecnológicas: papel para moscas (cinta adhesiva que atrapa a los insectos), botellas para moscas (recipientes de vidrio revestidos con una sustancia líquida atractiva) y la trampa para moscas de Venus (una planta que come insectos).
Un Matamoscas eléctrico en los 1900´s?
En su edición de octubre de 1911, la revista Mecánica Popular tenía un artículo mostrando un modelo de "trampa para moscas" que utilizaba todos los elementos de un moderno exterminador de insectos, incluyendo la luz eléctrica y la rejilla electrificada. El diseño fue ejecutado por dos hombres no identificados de Denver y decía ser demasiado caro para ser de uso práctico.
Según la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, el primer “matainsectos” fue patentado en 1934 por William F. Folmer y Harrison L. Chapin.
El mata moscas seguía siendo rígido
Y eso le quitaba cierta eficiencia, no sería hasta julio de 1953, que en Munich, el alemán Erich Schumann, siguiendo el modelo norteamericano, inventó uno de plástico, flexible, más ligero, que al tener una rejilla en la parte que golpeaba a la mosca, le permitía ser más rápida y contundente.
O sea el matamoscas actual … que ya tiene 68 años de invención …
“Remember el Alamo” la frase resuena aun, cada vez que se trata de reivindicar la posición de un latino en USA ante el atropello de parte de un oriundo Anglosajón tratando de menospreciar su valor ... recuerden El Álamo!
Resulta que ha salido un estudio de una Universidad “x” (no aclaran la fuente) realizado por un creador de software, llamado Virgil Griffith, que dice que aquellos jóvenes fanáticos del reggaetón, tienen un cociente (coeficiente, cuando lo dejamos de usar?) intelectual menor …
Existen diferentes actitudes al respecto, pero seamos sinceros, pocas cosas son tan incómodas y poco éticas, como estar a punto de reventar (intestinalmente hablando) y tener que pedir al dueño/dueña de la casa, tienda, restaurante, oficina que visitamos y tirar la frasecita … “Disculpe, me podría prestar su servicio por favor?”