Esto …si, el título lo dice todo pero debo hacerlo saber a manera de confesión: No soy realmente el fulano buena onda que a usted le pueda parecer …

Ahora bien, no crean que no soy buen tipo solo porque no me da la gana, no … todo lo contrario, por donde iba, iba ejercitándome para buena gente … daba contribución a cada Cruz de cualquier color (Verde, Roja, Amarilla, Blanca) que me iban pidiendo por el camino sin siquiera mostrar una ambulancia averiada como hacían antes … contribuía con las rifas del Inmaculado Sacramento del revoltijo de Tocino con frijol y carne y causas religiosas similares, daba a los acróbatas y malabaristas de las esquinas … bah!  Hasta pagaba impuestos al Gobierno para que pudieran pagar pobrecitos los “chidos” que tienen con las mismas pensiones que se querían bolsear … así me esmeraba en tratar de ser bueno ..pero no.

Un día, en mi noble esfuerzo, viendo mi constante dar y dar, una señora “x” que me veía en esas vueltas, me encajó dos cachetadas y me sacudió de manera feroz:

-          No seas tan buenote! Endurécete ! No seas tan pasmado! No podés ser tan lelo!

-          Pero señora … que me quiere decir? – le pregunté mientras me golpeaba en la vía pública.

-          No podés ser tan pendejamente bondadoso, no podés salvarlos a todos! Van a terminar abusando de vos !

Ella me introdujo la semilla del mal, ese insecto repugnante, que me hace no ser tan buena persona como aparento …

Porque ya me sorprendí a mí mismo parqueándome en un puesto de parqueo de embarazadas, en un supermercado, después de dar mil vueltas y no hallar donde … mi razonamiento fue inmediato: “No pueden llegar 8 embarazadas simultáneamente al mismo supermercado” … para mi desgracia, llegaron 10, y la foto de mi carro parqueado en puestos de embarazada rondó en todas las redes y periódicos, con una foto mía a la par donde quedaba de manifiesto que no podía estar embarazado.

Entonces empecé a aislarme, este insecto repugnante empezó a carcomerme, dejé de darle a los malabaristas de las esquinas, a las señoras con niños en brazos, me rendía más el dinero, apoyé a mis compañeros de bancada a meter la mano en los fondos de pensionados, voté para que los políticos nos pudiéramos cambiar de camiseta la cantidad de veces que quisiéramos, recibí dinero oculto para torcer contratos de Odebrecht, viajé en apoyo a Maduro hasta Venezuela y hasta un par de maletines para votar por concesiones a las cabezas de cárteles de narcos .

 

Me convertí en lo peor, me había endurecido …

Será que me hice malo con la edad? Si yo era un niño encantador, fui boy scout condecorado, ayudaba a las ancianas a cruzar la calle, participaba en “Dona tu Cora” y Techo … hasta reciclaba pues!   Y reciclaba bien, solía pasarme con el mismo chicle en la boca quince días en lo que decía si botarlo en plástico, latas u orgánico …a ese extremo.

Quería salvar a las ballenas, los pandas, delfines, tortugas marinas, a los toros, exterminar los toreros, así de buena gente era yo !

Pero ese germen putrefacto me convirtió en lo más vil que puede existir sobra la fase de la tierra …en diputado.

Y fue bueno mientras duró, fue bueno ser malo, descubrí lo malo de ser bueno, recibí mucho dinero por no hacer nada y conocí el mundo haciendo menos …

 

Hasta que dejé de ser útil como malo, me cacharon en un par de movidas y el partido olímpicamente, me pegó una sonora patada en el culo, me quitaron el fuero, fui vencido en juicio, caí preso, perdí mi familia y todo mi dinero …

Al salir, tuve que dedicarme a la mendicidad … tocar guitarra y dulzaina en las paradas de buses y pasar el sombrero …

… pude reconocer como la primera persona que me puso diez centavos en el sombrero, a aquella señora que me sopapeó gritándome:

-          Endurécete !!  No podés salvarlos a todos !