Hoy recibí carta de Aníbal, se acuerdan del seco aquel, portero del equipo de fútbol? Compañero de horas muertas, de escuela y estudios que tuvo que marcharse lejos por aquello de "la situación".
Bueno, ese Aníbal, está en Maryland o Virginia o alguno de esos lados tan poco fronterizos...
Dice Aníbal, que aún extraña las madrugadas hablando nada tan solo por hablar, que allá no encuentra en las miradas, una que sea amiga, alguien con quien platicar...
Que la gente allá es tan fría y tan extraña, que en el alma le han nacido telarañas...
Hoy recibí carta de Aníbal, se acuerdan del seco aquel, novio eterno de la Marisol...?
Compañero de trabajo, que como perdió chamba y no encontró otra, se marchó a probar suerte al exterior...
Dice Aníbal que aún extraña a su novia de siempre, y las despedidas con beso en el zaguán, que allá se ha vuelto transparente, la gente mira a través suyo como si ni siquiera existiera de verdad...
O a veces si lo miran lo hacen de un modo mezquino, porque su piel y su color lo etiquetan latino...
Hoy recibí carta de Aníbal se acuerdan del seco aquel, que era bueno para las damas chinas y te resolvía cualquier problema mecánico en un abrir y cerrar de ojos...?
Dice Enrique que allá le toca ofrecer su mano de obra a diario, por si alguien lo quiere contratar, que a veces sale trabajo y otras veces le toca cenar con nada, que extraña nuestro país repleto de primavera, que allá hace mucho mucho frío y que por las noches nieva...
Dice Aníbal que aún extraña ese don de nuestra gente de echar la mano si algo anda mal, que allá no tiene a quién pedir ayuda y anda desorientado sin localizar ningún punto cardinal...
Hoy recibí carta de Aníbal, se acuerdan del seco aquel, que vivía al fondo del pasaje, en la casa celeste...?
Pues ese Aníbal, hoy recibí carta de él y al final pude notar, que la firmó con un par de lágrimas que no pudo evitar llorar...
... por las ganas de regresar...
En este paisito nuestro, de tan magras futbolísticas alegrías, la llegada la Copa del Mundo la de a de veras, no las “chabeleadas” que se inventa FIFA para llenar las arcas, nos llena de una dicha increíble y un hormigueo de envidia (positiva ?), a todos aquellos que caemos en el rango de sospecha de tener una chimbomba número 5 en el lugar que debería ocupar el corazón.
Por amor de Dios, pocos seres vivientes tienen una vida tan desgraciada como la nuestra, o sea me refiero a los balones de fútbol profesional (ah, que usted creía que no somos vivientes?), No. 5, que venimos a parar a las patadas en torneo burocráticos de cuarta categoría.
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- "" Perdón Weston, que me dijiste? Con el ruido de todos estos cowboys en esta cantina, no se oye nada - dijo Emily, la hermosa cantinera de este salón de vaqueros de paso al sur de Utah, por donde hacían parada todos los buscadores de oro camino a California.