“La nalga, ocupa el 11% del volumen corporal en mujeres, un poco menos en hombres, pero como nunca las vemos de frente, solemos darles la espalda, por eso los demás observan nuestras nalgas, porque pueden verlas de frente.” (Filósofo usuluteco anónimo)
Desde hace tiempos, vengo con la idea, que surge de una preocupación atroz, de tratar de reivindicar, el papel de la nalga, (no confundir con el papel con que se limpia, eso será objeto de otro estudio …).
La preocupación atroz es que cada vez, veo más en uno o alguno de estos 50 000 programas de reality que contaminan la tele o suplementos de periódico, revistas, etc., mayor cantidad de loas a la nalga “trabajada”.
Una presentadora de TV, con coeficiente intelectual similar al de un periquito australiano, o al de un diputado, que son básicamente el mismo, pregunta:
-Pero en el caso de esta modelo ..esa nalga ha sido trabajada ?
-Si . responde el doctor invitado señalando la tanga de la señorita que modela- esta es una nalga muy bien elaborada, muy bien trabajada.
Una nalga “trabajada” es obviamente, una por donde ha pasado el bisturí pegándole un pedazo de muslo para que crezca, o el colágeno, para que hinche, en fin para que destaque …
Pero es principal motivo de caos mental, darnos cuenta, que la nalga trabaja de hoy que roba portadas, en realidad es la misma nalga (esculpida, pintada, moldeada) que ha destacado a lo largo de toda la historia … o sea, esto no es nuevo.
La nalga en el arte.
Debemos recordar, que en épocas pre renacentistas, no se trabajaba bien la nalga, en los desnudos femeninos pitóricos solían ser bastante gruesas las modelos, y las nalgas, bastante gordas y lánguidas (por no decir fofas, que se oiría mal). El mismo Miguel Ángel, se excedió en esto de no trabajar la nalga.
Que decir de Rubens, o del francés Vallotton ? Sus desnudos denotan que sus contemporáneas no tenían la más mínima idea de lo que era la gimnasia para fortalecimiento de glúteos.
En el extremo opuesto, nos encontramos artistas como El Greco, que no solo no “trabajaron” la nalga, sino que hicieron lo contrario, figuras alargadas y esbeltas con nalgas estiradas … el colombiano Botero, se excedió en la magnificencia de la nalga en sus cuadros.
La nalga trabajada … trabaja ?
Pero dejemos el arte, pasemos al punto de que una nalga “trabaja” es obviamente, el opuesto de una nalga trabajadora, una nalga de las primeras, pasa sentada en un escritorio como nuestros funcionarios y funcionarias, que no las levantan más que a las 3 05 pm para salir huyendo de sus labores 25 minutos antes de la hora de salida … el resto del tiempo, es atender el Facebook y hablar por el “cel”, en cambio la nalga trabajadora, denota una firmeza natural producto del trabajo arduo de cada día … o sea que ningún ministro tiene de ésas.
Queda por definir … una nalga “trabajada” es “trabajosa”? Yo diría que sí, las nalgas trabajosas, son esas nalgas que no son esquivas, remilgadas, muy orgullosas de sí mismas, que se niegan al roce intencionado o a la caricia fácil.
Es más de hecho, si una señorita ha hecho una gran inversión en una nalga trabajada, es un hecho que buscará recuperar su inversión, o sea … algún caballero entrado en años, con chequera bastante gorda, que al morir le herede … la chequera.
Una nalga trabajadora, podrá llegar a ser una nalga “trabajada” ?
No tengo repuesta a esa pregunta, y lo peor es que sé que no la voy a encontrar en mis libros de lógica aristotélica …
Así que ahí la dejamos …
Es un hecho que la aparición de la pandemia Covid- 19, ha alterado nuestras formas de comportamiento en todo aspecto, hoy podemos ocupar redes y estar en contacto con el resto de "encuarentenados", pero en el siglo XIV, en plena Peste Negra o Bubónica no había internet, y desde entonces altera todo, hasta nuestra forma de estornudar … y saludar.
Esa es la principal característica de las pilas. Que son como el papel higiénico, las toallas sanitarias, o como la paciencia de las madres; solamente nos acordamos de ellas cuando se acaban y no tenemos ninguna a la mano. Tú estás escuchando tu walkman lleno de felicidad y de repente Justin Bieber se convierte en la Just In and not Sober: se oye cantando como borracho de cuneta.
Porque somos, hemos sido y seguiremos siendo malinchistas desde el momento que Cristóbal Colón hincó rodilla en tierra americana y empezó a cambiar oro por espejitos, hasta el día de hoy que quienes nos cambian oro por plástico, son las grandes transnacionales financieras mundiales, todas con sus filiales en El Salvador, a menos cabo de los dos últimos bancos (aun salvadoreños) que respiran en medio de esa vorágine.