Ya dejé de ser yo
para pasar a ser nadie …
El tiempo de vencimiento
de aquel amor que juraste era eterno
llegó
A pesar del juramento dado ante juez
y ante el Altar
Todas tus palabras reducidas a nada
Ignominia
Maltratado y peor desechado
que el pobre perro
que se lame las heridas de su sarna
tras ser echado a patadas de su propia casa
Torpedeado y hundido en el mar de la indiferencia
náufrago en la isla de la incoherencia
exiliado
desterrado
sin una palabra a nivel de explicación
por lo menos el consabido
y siempre mentido
“no sos vos, soy yo”.
Públicamente humillado
degradado
condenado al olvido
sin amor
sin afecto
sin una lágrima solidaria
Ignominia
Y sin un puto
manual de instrucciones
que me explique …
… como se vive tan solo
con los dedos repletos de caricias
y lleno de tanto amor
a partir de hoy …
El número de personas que solicitaban permisos para salir de la Europa ocupada por los Nazis creció constantemente en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos y otros refugiados que huían de la persecución en sus propios países dependían en gran medida de la ayuda de diplomáticos, cónsules y otros funcionarios extranjeros, entre ellos especial mérito a un salvadoreño.
Como querés que te quiera si no tenés derecho siquiera a caminar seguro por la acera?
Digamos, supongamos, imaginemos que un día de estos usted amaneció con la idea de desafiar un reto supremo: como por ejemplo, escalar el Everest (digo imaginemos porque para eso se necesita pisto y unas cuantas libras menos de panza ….).