Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.
(Pequeña parodia de las pláticas “de hombres” cuando hablamos de mujeres, claro, sin mujeres cerca).
Soy telenófobo (fobia a los teléfonos), los detesto, todos ellos, fijos, móviles, de cabina (que ya ni hay porque se los robaron) todos y cada uno de esos pedazos de fibra de vidrio que hoy pretenden ser más inteligentes que nosotros mismos, son objeto de mi oprobio.
Al fin tenemos una excusa distinta a “yo pasando iba y estos … a saber … la agarran con uno”, que decora los noticieros de nuestras radios y TV cada vez que atrapan a un ladrón, hoy la onda son los genes.
Sales de tu casa, caminando …rumbo al trabajo, queda ahí nomás, diez cuadras y es bueno caminar … sientes que todas las jóvenes universitarias … te observan, te escrutan, te miran …
Para agradecer la venida del 2015 y que se vaya el 2014 de un solo, Salvadoreños, que nos han tratado de la patada estos días a este paisito nuestro que respira apenas y sobrevive sin pisto y con demasiados muertos.
Apareció en uno de esos anuncios “chafa” en Internet, que no querés leer, pero te termina persiguiendo por toda la pantalla igual, hasta que le das “click”, menos por entusiasmo más por cansancio …
Tengo, un grave problema, hablo dormido … cuando al cumplir 10 años de matrimonio, decidí serle infiel a mi mujer, traté de organizar cada detalle … pero que pasaba si dormido pronunciaba el nombre de mi amante y no el de mi mujer en sueños ?
Este asunto de lo largo … de los nombres, da para escribir cinco o seis posts sin lugar a dudas y nos quedamos cortos … por lo largo.
La Patria se deshace en chirajos, cada uno se queda con su retazo, ordeñan la vaca hasta vaciarla de leche y luego nuestros “muy intelectuales políticos” pregonan: “No soy culpable, esto es solo persecución política.”