Querido Baldomero:
Perdóname si no te he escrito antes, pero debo de serte sincero, no he tenido mucho ánimo de tomar el lapicero y hacerte llegar nuevas mías, porque de hecho no hay nuevas…
Aún más cerca en tiempos, de los crímenes de Jack el Destripador, cuya identidad nunca fue descubierta en aquel Londres Victoriano, en los sesentas, la policía nunca supo si Albert DeSalvo, asesino confeso, fue realmente el estrangulador de Boston.
Empecé a trabajar antes de cumplir 18, por cuello y por necesidad, quería seguir la Universidad y el dinero no alcanzaba en casa para mi futuro, el que me trazaba, como Biólogo Marino (“Biólogo marino? – me decía mi papá – de que vas a trabajar? Limpiando peceras?”).
Ustedes probablemente no imaginan, como tampoco imaginaba yo, antes de investigar este tema, la cantidad de artistas, músicos, escritores, poetas, que han dedicado trabajos (asolapada o abiertamente) a la muerte de su perro.
Resulta que el año pasado, arrasó en las taquillas la nueva película del Joker, protagonizada por el espectacular Joaquín Phoenix, y con la dirección de Todd Phillips. El furor que generó en los últimos meses explotó con su estreno en una oleada de aplausos y pedidos de premio.