No necesito recorrer largas distancias
nadar contra corrientes espantosas,
o hacer vuelos de carácter imposible,
tampoco debo escalar montañas enormes,
para alcanzar la sensación perfecta,
a la que llego al sentirte en mi.
Solo necesito pensarte un poco,
atraparte con mis ansiosas manos,
enredándote en caricias únicas
que te hagan sentir más allá
de este mundo, como fue ayer.
Cierro mis ojos para sentirte
así totalmente vivo, pleno, pasional
llevándote mis besos, robándome la piel,
arrebatadamente entregado al placer,
donde sabes llegar, quedarte y no borrarte
por el derroche de vida que dejas en mí.
Cierro mis ojos para sentirte
para tenerte en la madrugada ideal,
donde la humedad de nuestros cuerpos
se entienden , y encienden ese fuego
que va por dentro quemándome,
quemándote, con intensidad propia.
Así quemas por dentro,
así vives en mí, más allá del recuerdo
más allá de la ausencia,
así quemas siendo sol, mi sol, en
las frías horas que pasan lento,
donde me lleno de ti
y cierro mis ojos para pensar en ti.
El humor, emana mil veces más de la inocencia y la rebusca para tratar de “zafarse” de engorrosas situaciones de nuestros niños, que de la perspicacia de los adultos.
No es la de los Stones pero se parece, me aburre todo y no es lo que mi ánimo merece; nada me motiva, ni capta mi atención, no sigo ídolos y nadie es santo de mi devoción.
Sin lugar a dudas, Internet es el gran invento del siglo pasado y el gran instrumento de masificación del siglo actual, obviamente desempeñando funciones totalmente diferentes a aquellas para las que fue creada.