Tú eres la gloria deseada
lo bello, intangible, distante
tú eres mi sueño presente
Yo soy tu portero suplente ...
Él es quien te abraza y te besa
la eterna presencia constante
Él es tu pasión inclemente
Yo soy tu portero suplente.
Yo lleno tu vida de flores
de historias de nunca olvidarte
Yo lleno de sueños mi mente
pero sigo siendo tu portero suplente.
El quita tu ropa furioso
te afloja vestido y tirantes
Él es quien conmueve tu vientre
yo soy tu portero suplente.
Él te ama y se vuelve rutina
porque sabe que siempre lo esperas anhelante
yo que diera por tan solo acariciarte
pero sigo siendo tu portero alternante ...
Hasta que un día en el cielo estallan tormentas
entonces corres a mi consejo
reparo todo dolor, toda lágrima,
para que a sus brazos regreses
y tu no reparas en mi
poco a poco se consumen horas, días y meses
y ante tu indiferencia constante
sigo siendo tu portero suplente.
Yo recojo migajas de ternura
Una palabra, llamada, un instante
mientras tu te entregas a Él totalmente
Y te aguardo... soy tu portero suplente.
Pero un día habrá de ser
que tus ojos puedan despertar
Y aquel que siempre fue tu portero suplente
se convertirá en portero titular ...
Al fin, la pareja recién casada logra llegar a país extranjero para darle con todo al llamado natural del instinto de reproducción sin interrupciones, pero …
Estaba en el entierro de una persona, al parecer había fallecido de causas naturales, el cuerpo estaba tendido sobre el ataúd de madera color negro, lo habían vestido con un traje oscuro, la corbata estaba acorde con el traje, las manos habían sido puestas entrecruzadas sobre el pecho, no parecía que estaba muerto más bien parecía que estaba en un sueño muy profundo, varias coronas y arreglos florales estaban alrededor suyo, la imagen parecía de tranquilidad; varios parientes lloraban la muerte del difunto, miró a su alrededor y todos los asistentes vestían de color negro, le llamo la atención una señora ya anciana vestida toda de color blanco, se acercó donde ella y entablo comunicación, ésta al verlo le dijo:
Los kamikazes japoneses de finales de la Segunda Guerra Mundial eran famosos por sacrificar sus vidas en un intento desesperado de cambiar el rumbo de la Segunda Guerra Mundial para que el Imperio japonés aún pudiera ganar de alguna manera. Y aunque sus acciones no resultaron en una victoria japonesa, el nombre Kamikaze y la idea asociada a él todavía son ampliamente conocidos.