Mi vida está hecha un desastre
con tendencia a empeorar
casi nada funciona como debe
el resto funciona mal …
Y de pronto rauda, inclemente
Mujer de mis sueños
apareces entre la gente
reconstruyendo lo poquitito que
quedaba de mí…
Mujer, cielo, perfecta
Como entraste sin tocar a mi puerta?
Como fuiste a parar a mi cerebro
donde está prohibido estacionar?
Pero has logrado que desde mis cenizas
regresen a mí
mis ganas de vivir
mi última neurona es para ti…
Para ti
Para ti mi última neurona
la sombra que proyecta mi persona
y toda mi razón para vivir
Quiéreme
porque aun desde los escombros
con amor y poniendo el hombro
se puede reconstruir…
Inmenso amor amor amor
que estás haciendo en mi cabeza?
Amor amor amor
como llegaste sin darme cuenta ?
Mi vida está hecha un desastre
con tendencia a empeorar
casi nada funciona como debe
el resto funciona mal
pero aun desde el fondo del pozo
se me ha visto sonreír
…. mi última neurona
te pertenece a ti.
Mi adolescencia fue una larga historia de remedios contra el acné. Pero de la misma forma que si ensayé casi todas las fórmulas para que no me salieran barros, puedo asegurar que intenté absolutamente todo para que apareciera la barba. Acudimos hasta la fórmula del desesperado: ceniza con abono de gallina.
Conversaban la niña y un señor muy anciano en un cuarto del hospital, ahí estaba postrado en una cama un hombre, tenía un tubo que salía de su boca éste le ayudaba a respirar, otros tubos de plástico salían de su brazo derecho el cual le inyectaba un suero intravenoso, un aparato registraba su ritmo cardiaco y otro aparato los demás signos vitales; la niña le dijo al anciano:
La mesa futbolera se juntaba los jueves, entre otras cosas, era el día ideal, había permiso de salir con los amigotes, y no interfería por si había fecha entre semana, o sea miércoles, para ir a ver los partidos al estadio.