“Mire Juventino … no le voy a mentir, el suyo es un caso extraño, pero no es único en el mundo – me sentenció el Doctor Escalaffonius – hay una bacteria asociada al problema … Pirrindunguis Nupcialis  que se activa como un caso de alergia al contraer nupcias.

-          Pero mire Doc, que yo no tengo nada contra el matrimonio, de hecho, cuando nací mis padres estaban casados y ni me enojé ni les dije nada, menos aún en el caso de mis abuelos, casados los cuatro … no entre sí, claro está – expliqué al Doctor Escalaffonius . Pero tengo un problema con eso de vivir en pareja: debo ser portador de alguna fobia al compromiso! Porque al fin y al cabo, para qué sirve el compromiso? Para tener derecho a enojarse! Porque mientras somos amigos de nuestras novias todo va bien. Llegas tarde a recoger a una amiga, y ella no se enoja, no tiene derecho, sólo somos amigos.

-          No entiendo su postura Juventino … - me dice Escalaffonius

-          Pero media vez asesinamos nuestra amiga, y la convertimos en novia por medio de una declaración, y después la volvemos a asesinar para convertirla en esposa mediante un compromiso y matrimonio, tenés bronca a todaa hora! Llegas tarde a recogerla, llamas al celular …

- Qué querés? – te dice ella

- Que estoy aquí afuera esperando....

- Ya viste que hora es?

- Sí, pero es que...

- Ni es que, ni Ferraris parqueados en el Redondel, ni los 240 millones de Saca, ni festivales de Buen Vivir!, ni el tweet de la rusa y Rodríguez! La próxima vez, si vas a venir tan tarde, no vengas! A la mierda …

Y en ese momento, me empieza a brotar ... ese sarpullido desgraciado, se me cierra la garganta, empiezo a toser … vomito, me falta el aire, llaman a la ambulancia y termino internado.

Lo que pasa es que, claro, uno conoce a una chica, te cae bien, es guapa... y como parece que no lleva malas intenciones, te olvidas y decidis salir con ella. Al principio no hay problema, pero de pronto empiezas a notar cierta presión: estás entrando al área chica … ojo, entrada a área chica sin compromiso!, y entonces te suelta:

- Te quiero, Juventino

Qué ha dicho? Qué me quiere? Pero yo que le he hecho a esta mujer? Son ganas de atraparme! En ese momento se te baja el alma a los pies . Bueno, el alma y... todo lo demás que había subido con la entrada al área chica.

… y entonces, nausea, vómito, me falta el aire, llaman a la ambulancia y termino internado.

Es que no lo puedo evitar, me pasa con todos los intentos de noviazgo, serios o no que he tenido. Después de ver una película en casa, vino y queso, abrazaditos en el sofá, el chucho rascándose las pulgas a ritmo de bolero y ella se queda hecha un ovillo, a tu lado.

- Qué a gusto que estamos aquí los dos.

- Sííí, muy a gusto...

 

Pero piensas: "A gusto me voy a quedar cuando te vaya a dejar a tu casa"! Y al rato:

- Juventino, me puedo dar una ducha?

- Sííí, dúchate, dúchate... -y te acuerdas de “Psicosis.” Cada vez se van quedando hasta más tarde, amanecen en tu casa y ya dejan su bata, su tanguita colgada de la ducha … y su cepillo de dientes !

Se pone a preparar el desayuno! Yo entonces empiezo con las indirectas:

- Quieres leche en el café? – me pregunta

- No, yo el café siempre lo tomo ¡SOLO!

- Y cómo te gusta?

- So - lo!

- No tienes Donuts?

- No, pero hay un Mr. Donut a media cuadra, calculando que el tiempo que se tarde alcance paea dejarla encerrada afuera.

Y antes de irse te dice:

- Me acompañas esta tarde, que voy a castrar al gato?

Pero si el castrado soy yo, ya me está enredando, ya está formando con sutileza un compromiso …

… me entra el pánico, la ansiedad, me falta el aire, llaman a la ambulancia y termino internado.

Y después tratan de ver cómo te van presentando con sus padres, las mamás suelen ser amorosas y uno se lleva de entrada la impresión de ver en un espejo como va a ser la hija en tres décadas, cuando estás por zafarte, viene el tata y te pone una mano grande y pesada en el hombro, resulta que en sus años mozos el papá gigantón peleaba en la Arena Santa Anita con el Vikingo, el Bucanero 2 y el Sordomudo Cruz, y es semejante bestia !

-          Ya era tiempo que nos fuéramos conociendo Juventino. – te dice desde sus 2.10 ms de altura.

-          Y siiiiiii …el baño donde queda perdón ?

… sudor, angustia, nauseas … y termino internado.

-          Y por qué ha venido hasta ahora Juventino? Su problema puede ser tratado …- me pregunta el Doctor Escalafonius mientras llama a un intercomunicador “Cynthia ….podrías venir?”

Entra una doctora joven, muy guapa … muy sonriente y muy interesante.

 

-          Esta es mi hija Cynthia, Juventino, ella se encarga de los tratamientos bacteriales novedosos, tecnología médica ….

- Un placer Juventino, a partir de estos momentos, usted está en mis manos ...

La miro, me mira, cruzamos miradas, se me cruza mi mirada, quedo bizco, pierdo el equilibrio, nauseas, vómitos ….

… y termino internado.