A mí que no me den garabato, me enteré que viene a El Salvador, cual que hacer un show para una compañía de teléfonos ! Esa es la pantalla … viene a buscarme !

 

Después de haber conquistado al público latino de los USA primero y después de todos los Estados Unidos, y hasta ahí nomás porque en Brasil 2014 lo tuvieron que sacar por una puertecita de salida escamoteada, porque lo querían matar por hacer una canción tan mxxxxa para un Mundial en un país tan futbolero (con el colmo de hacerlo en Sao Pablo ciudad tan rica cultural y musicalmente), que ni las asentaderas de la J Lo lo salvaron.

Entonces no pudiendo vencernos este pelón, empieza a desplegar una nueva estrategia enderezada a seducir—en el mejor sentido de la palabra, digo yo— uno por uno a los seres que nos resistimos a mover las caderas frenéticas con sus canciones vomitivas.

Tengo que decir a los que siguen este blog, con algo de vanidad y mucha desazón,
que Pitbull me tiene chequeado. Cada vez que escribo alguna frase irónica contra sus casi reguetones bilingües , me disparan artillería cursi.

Estoy hablando de reacciones instantáneas: mi blog se publica por la mañana y el troll de Miami empieza a romper mis “vitayema” al mediodía. Debe tener espías locales.

 

Seas welcome to Miami pana !

Pues resulta que el tal Armando Christian Pérez, que así se llama este cubano nacido en Miami (aka. “Cubanos gusanos”) que reniegan inmediatamente de su latinoamericanismo en el preciso instante que pueden pronunciar dos palabras, se pintan el pelo de rubio (no sé si éste alguna vez tuvo pelo), hacen su nombra sajón porque les da pena llamarse Carlos, y sacan un primer single con nombres tan rimbombantes como “Culo”, no es ningún adalid de la música latinoamericana.

Es más la música latina, no es lo que se produce en Miami, Miami, como decía un sociólogo argentino amigo mío, es “la caja de aguas negras de las Américas donde se reúne lo peor de Estados Unidos y lo peor de América Latina”, o sea narcotraficantes de la Costa Este, asesinos latinos a sueldo, capitalistas que huyeron con su plata bajo el brazo, mujeres rellenas de silicones hasta la exageración, cubanos que reniegan de sus raíces … y Pitbull.

Pero la música latinoamericana, se hace en los callejones de los barrios carenciados de Bolivia, en La Habana vieja, en los cafés de Buenos Aires, en las esquinas de Barrio Sur de Montevideo, en los bares bohemios de San José, en los escenarios de medio pelo de Lima … en muchos lugares de América, pero nunca en Miami.

La música de Miami es un género que los norteamericanos escupen, algunos latinos tararean, y que goza de amplia repercusión … en Miami .

Así que todos estos Latin Grammys, Latin Awards, son un verdadero “asesinato a la cultura latinoamericana”, que para la industria musical USA, con sus pilares en la música country y el mercado pop rock en inglés, casi equivalen a darle a la comunidad las sobras. *

 

 

"Para Daniel, con todo aprecio"

Así decía el carnet de club de fans de Pitbull, que me llegó por correo, en blanco, esperando mi firma, la frase venía escrita a mano, así que me pareció altamente sospechoso, podía ser una secretaria encargada … o el mismísimo Armando Christian Pérez, preocupado por esa posibilidad, conseguí símiles de un par de letras y autógrafos … y me fui donde un grafólogo.

Mis sospechas estaban fundamentadas, la letra es la de él, este fulano me persigue … quiere convencer a sus detractores.

Mandé a vuelta de correo el carnet hecho pedazos, pero el pelón no se da por vencido, hace dos días mi asistente me dijo:

-          Lo buscan dos señoritas de Timber Corp de Miami, pero no tengo cita con ellas, se ven algo extravagantes, las hago pasar ?

-          Si, aunque no conozco la empresa que representan, pero en fin …

Entraron bamboleantes dos de las tipo modelos que Pitbull saca en sus videos, pusieron un I Pod, y sonaron la pista, mientras me cantaban al oído …

-          I know you want me, and Pitbull wants you, unite al fan club, y vamo´a tu cuarto …

Al tercer sonsonete ya casi me tenían convencido y estaba sacando el lapicero, con sus silicones, lentejuelas y esas redondeces tan abundantes, cuando advertida por mi asistente, seguramente, entró mi esposa, santaneca y descendida del Tecana a sacar a ambas a escobazos limpios …

Le quedé eternamente agradecido ….

El encuentro final, se dio en un oscuro callejón de San Salvador, ya estando el enano en el país, me cercaron con dos carros negros, blindados, tipo “caravana de la muerte” de Funes; se bajó con tres guardaespaldas y me pegó un grito:

-          Rucks … te exijo que seas parte de mi Fan Club …te guste o no te guste.

-          Mirá Pitbull, te ofrezco un trato … el día que dejes de hacer canciones y cantar, me hago uno de tus fans …

Se ve que muy vivo, no es, se rascó la calva como meditando y me dijo …

-          Lo tengo que pensar …

Y desde entonces vivo en paz …

 

* Si bien primera y tercera partes son ficción, el jamón de este sandwich representa mi posición sobre música latinoamericana, tema que he estudiado desde hace décadas.